Capítulo III cuestión de familia
Algunos lo llaman, herencias, otros; costumbres, como una vez dijo una de mis tías "La mona" Yorcelis en una conversación en la que yo no estaba participando, pero si escuchando, mientras ella lavaba la loza y yo la enjuagaba lo cual era una rutina diaria y sagrada entre la 13:00 y 14:00 horas del día. Recuerdo que le decía a mi abuela en tono de justicia "¡hay Mami! Lo que se hereda no se hurta", refriendo sus palabras a actos particulares de un miembro de la familia, pero que son harina de otro costal y que les contaré en su momento, la cuestión es que esta frase como muchas otras que nunca se me olvidan, me hacía reflexionar. ¿Lo que se hereda no se hurta? A mis 10 años de edad esto me hacía pensar y sin saber de genética o programación de computadoras que los actos de nuestra vida ya estaban definidos en un algoritmo con bucles repetitivos y en donde la guanina y la citosina dejan de ser variables y se con vierten en contantes, haciendo referencia a que somos una copia en alta definición de nuestros padres. Digo de alta definición solo porque los hijos siempre nos creemos uno o dos estratos más altos.
"A la tierra donde fueres hacer lo que viere"
En la casa de mis abuelos, donde crecí mi abuelo tenía la costumbre de levantarse muy temprano (2:30 am, mas o menos) y merendar, se comía lo del desayuno y luego le tocaba a mi abuela salir a comprar comida para todos, era una mala costumbre que más adelante yo también aprendí y muchas veces me regañaban por hacer "fritangas" a altas horas de la noche, lo peor es que no sólo lo apliqué en mi vida, tenía que transmitirlo, enseñarlo, heredarlo, pasar la tradición, cuando Jesus David, mi 5to hermano tenía edad para poder fritar, las fritangas se convirtieron en tradición nocturna dejando la cocina llena de platos sucios y la Jarra donde hacíamos la limonada llena de una miel formada por la cantidad de azúcar que le vertíamos a esta, lo extraño es que con "Pipe" (así le decimos por cariño a Andrés Felipe mi 4to hermano ) No tuve la oportunidad de hacer estás "Fritangas" o por lo menos no fueron tan constantes como con Jesu y María y ahora que nuevamente vivo con Pipe, Veo que después de estar dormido profundamente y a eso de las 11:00 de la noche se levanta somnoliento a revisar las ollas y la nevera, para comer de nuevo.
En la casa de mis abuelos, donde crecí mi abuelo tenía la costumbre de levantarse muy temprano (2:30 am, mas o menos) y merendar, se comía lo del desayuno y luego le tocaba a mi abuela salir a comprar comida para todos, era una mala costumbre que más adelante yo también aprendí y muchas veces me regañaban por hacer "fritangas" a altas horas de la noche, lo peor es que no sólo lo apliqué en mi vida, tenía que transmitirlo, enseñarlo, heredarlo, pasar la tradición, cuando Jesus David, mi 5to hermano tenía edad para poder fritar, las fritangas se convirtieron en tradición nocturna dejando la cocina llena de platos sucios y la Jarra donde hacíamos la limonada llena de una miel formada por la cantidad de azúcar que le vertíamos a esta, lo extraño es que con "Pipe" (así le decimos por cariño a Andrés Felipe mi 4to hermano ) No tuve la oportunidad de hacer estás "Fritangas" o por lo menos no fueron tan constantes como con Jesu y María y ahora que nuevamente vivo con Pipe, Veo que después de estar dormido profundamente y a eso de las 11:00 de la noche se levanta somnoliento a revisar las ollas y la nevera, para comer de nuevo.
Foto: Con el Pipe, Navidad 2016 en Bogotá
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